Ir a canal FaceBook de CONAMA
Ir a canal Twitter de CONAMA
Ir a canal LinkedIn de CONAMA
Ir a canal YouTube de CONAMA

Las mil utilidades sorprendentes de una platanera

04/11/2016

Los recursos orgánicos pueden ser la fuente de riqueza más sostenible en todas las fases de una economía inteligente. El reto de conseguirlo constituye el corazón de la Bioeconomía, una disciplina que tendrá su puesta de largo en España durante el CONAMA 2016 en la sesión técnica Bioeconomía. La herramienta para el desarrollo de la economía circular (ST-13)

Cosechando plátanos en Canarias. © Salvador Aznar / Shutterstock



Los recursos orgánicos pueden ser las fuente de riqueza más sostenible en todas las fases de una economía inteligente. El reto de conseguirlo constituye el corazón de la Bioeconomía, una disciplina que tendrá su puesta de largo en España durante el CONAMA 2016 en la sesión técnica Bioeconomía. La herramienta para el desarrollo de la economía circular (ST-13)
 
El concepto puede sonar complejo, pero sus aplicaciones le dan claridad meridiana.  Por ejemplo, el curioso proyecto para aprovechar los desechos orgánicos generados tras la cosecha de plátanos en las islas canarias. Para hacer idea de la potencial magnitud de sus ventajas basta con aportar un dato: Canarias produce más del 50 por ciento de los plátanos que se consumen en Europa, y los residuos de esa producción actualmente no tienen más salida que la incineración, pues no son aptos como abono. El proyecto LIFE BAQUA, liderado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y financiado en parte por la Unión Europea, desarrollará la tecnología para transformar esos desechos, los llamados rolos o pseudotallos, en plásticos naturales y pienso para peces. Ya se está pensando en emplear esos bioplásticos en el sector del automóvil y en las propias plantaciones para protegerlas, mediante cubiertas, de la radiación ultravioleta.
 
El proyecto conseguirá, por tanto, dar valor a los residuos generando productos nuevos y evitar emisiones de CO2 y otros gases a la atmósfera.
 
“Una de las bases de la bioeconomía es tratar de utilizar el conocimiento generado para transformarlo en innovación”, explica Manuel Laínez, director del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y uno de los cerebros de la recién aprobada Estrategia española de Bioeconomía, Horizonte 2030. “Además, hay que tener en cuenta que hay que aplicar criterios de respeto al medio e intentar desarrollar la economía en el medio en el que se producen esos recursos, es decir, el medio rural”, puntualiza.
 
Innovación, sostenibilidad, desarrollo rural, son elementos objetivos irrenunciables de la Estrategia española de Bioeconomía, Horizonte 2030, que pone su atención tanto en el sector agroalimentario como en el forestal, pero también incorpora a los bioproductos industriales y a la bionergía obtenida de la biomasa.  “Hay un ejemplo, que yo creo que es muy interesante a considerar, que es el de los residuos solidos orgánicos urbanos. La economía circular ha establecido que esa materia orgánica tenemos que reutilizarla de alguna manera. Las tecnologías que surgirán en el marco de la bioeconomía van a permitir en no mucho tiempo, que sea viable económicamente la posibilidad de transformar esos residuos que hoy son problemas en bioplásticos, biocomposites y por qué no, en biocombustible”. 
 
La estrategia ha sido elaborada con las aportaciones de expertos provenientes tanto del ámbito público como del privado, “ASEBIO y BIOPLAST son dos plataformas de empresas trabajando en esta línea”, y cuenta entre sus primeros pasos con un plan de acción que está en proceso de desarrollo.
 
“Dentro del plan de acción habíamos identificado la necesidad de hacer una reunión anual sobre bioeconomía con dos objetivos principales: darla a conocer al conjunto de la sociedad, y establecer las conexiones entre los distintos agentes que pueden estar interesados en participar, avanza Manuel Laínez. “Por ello, para nosotros este año es muy interesante realizar esa reunión en el Conama 2016. Será la puesta de largo en un marco ambiental. Queremos dar el mensaje de que la bioeconomía puede ser la herramienta para avanzar hacia esa economía circular que todos tenemos en mente”.