La innovación, piedra angular de la economía circular

La economía circular supone la transición a  un modelo económico que utiliza la mínima cantidad de materias primas, seleccionadas evitando los recursos no renovables y las materias críticas y manteniéndolas el mayor tiempo posible en el ciclo económico. Para impulsar este cambio, serán necesarias nuevas tecnologías, profesionales cualificados y modelos de negocio, que solo pueden provenir del impulso e inversión en innovación.   
          
Ya se han realizado iniciativas en este sentido y en Conama 2018 queremos darles visibilidad para que puedan servir de inspiración a otros proyectos. El grupo de trabajo Innovación en proyectos con visión de economía circular (GT-17) será el encargado de ello y de elaborar un documento en el que se identifiquen los aspectos clave que deben tener para que resulten exitosos.

Lorenzo Chacón, consultor de innovación y sostenibilidad, y coordinador del grupo explica que entre dichos aspectos se encuentran la involucración de los ciudadanos, la colaboración intersectorial, la disponibilidad de datos, el marco normativo y los nuevos modelos de negocio. “Parecen aspectos exigentes pero ya hemos recibido más de 50 fichas de proyectos que los cumplen. Estamos muy ilusionados con este proyecto”, añade. 

Casos de éxito

Algunos de los casos de éxito de innovación en proyectos relacionados con la economía circular están dentro del propio grupo de trabajo por lo que aportarán su visión durante el congreso. Uno de ellos es la empresa de electrodomésticos BSH por desarrollar dos líneas de trabajo que afectan a la cadena de producción de sus productos y servicios. La primera de ellas, se basa en el ecodiseño y la segunda en el desarrollo de modos de alquiler.

En relación a este último aspecto, Laura Garbajosa, miembro del grupo de trabajo y técnico ambiental de productos en BSH España afirma que se están impulsado los modelos de servitización, es decir, un leasing de electrodomésticos. “Este modelo nos permite que cuando un equipo no se utiliza o se quiere reemplazar porque la situación familiar cambie, podemos recoger el producto, tratarlo, reparar aquello que no funcione o reutilizar de manera adecuada las piezas que aún funcionen”.

Otros de los proyectos que se pueden encontrar en el grupo es el de Naturgy, empresa española proveedora de luz y gas. “Una de nuestras principales líneas de investigación es aumentar el conocimiento en los procesos de producción de biometano, es decir,  gas renovable. Esto nos  permitiría producir un nuevo vector energético y reducir el uso de los combustibles fósiles”, declara Nieves Cifuentes, miembro del grupo y responsable de medio ambiente y sostenibilidad de Naturgy.         

A nivel legislativo también se están realizando avances en este ámbito. En 2015, la Comisión Europea publicó el paquete de medidas para la economía circular (Cerrar el círculo: un plan de acción de la UE para la economía circular), mediante el cual se comenzó a establecer el rumbo para la transición de una economía lineal a una economía circular en Europa, a través del uso eficiente de los recursos naturales y la competitividad de las empresas. En esta misma línea, actualmente está en desarrollo la Estrategia Española de Economía Circular por la cual se identifica el papel clave de la investigación y la innovación, tanto tecnológica como no tecnológica, de esta transición.

Derribar las barreras a la innovación    

No obstante, no todos son buenas noticias. Según explica Lorenzo Chacón, hay diversos aspectos que complican la puesta en marcha de nuevos proyectos. “La falta de conexiones entre los centros de investigación con las empresas, las dificultades económicas de una PYME para sumergirse en proyectos de investigación y la necesidad de más personal cualificado son aspectos que debemos de tratar si queremos conseguir una implementación real de la economía circular en España”.

Otro de los problemas observados en el seno del grupo es la  categorización de “residuo”. Laura Garbajosa, defiende que utilizar otros términos como “subproducto” facilitaría su tratamiento. “Si quieres volver incluir  un producto dentro del círculo para cerrarlo y lo catalogas como residuo se cierran muchas puertas. Usar una denominación común menos negativa facilitaría la compra y venta de esos materiales usados, incluso, entre países”.
            
Por último, cabe destacar algunas de las propuestas para hacer frente a estos retos que vienen dadas por el propio grupo de trabajo. “Es fundamental impulsar la colaboración público-privada para que se puedan derribar las barreras y crear un entorno favorable a la innovación. Un ejemplo de ello es la innovación abierta en la que las empresas no tengan que hacerse cargo ellas solas de todo el proyecto sino que sea abierta entre centros de investigación”, asegura Lorenzo Chacón.        

La economía circular es uno de los temas trasversales de Conama 2018. A continuación, se pueden consultar todas las actividades relacionadas con este ámbito: