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Residuos del sector textil (ST-25)
Jueves, 29 de Noviembre de 2018 de 15:30 a 18:15 en la Sala París

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Doc. final
 
Resumen

El residuo textil, considerado como el gran olvidado del siglo XXI, representa una parte importante de los residuos municipales y de determinados sectores industriales. La cadena de valor del sector textiltrasciende fronteras, por lo que esta deslocalización dificulta tanto la generación de modelos integrales de economía circular, que aseguren el cierre de ciclos, como la clara identificación de los agentes que intervienen. 
 
Si bien no hay suficientes estudios que aporten datos concluyentes de cuánto material textil acaba en vertederos, se han realizado estimaciones parciales que indican que puede suponer entre el 10% y el 15%, suponiendo uno de los flujos de residuos más importantes que no posee ni una regulación ni una estrategia específica. 
 
Por este motivo, la existencia de una regulación sectorial para el residuo textil, es fundamental para reducir el volumen tan elevado que se genera y, de esta manera, alcanzar el objetivo europeo de limitar el vertido de residuos municipales del 10% en 2035. En este sentido, es necesario tener en cuenta que este flujo de residuos genera problemas en las instalaciones de gestión, por lo que su progresiva recogida separada se manifiesta como una necesidad para mejorar la gestión de residuos y alcanzar los objetivos europeos. 
De esta manera, la aplicación de la jerarquía de residuos en el sector textil, como sucede con el resto de flujos de residuos, debe considerarse una prioridad que mantener y potenciar, ya que es un tipo de material que permite muchas posibilidades de gestión. Dentro de la jerarquía de residuos, se distingue: la prevención (que se puede fomentar mediante el consumo responsable y el ecodiseño de productos), la reutilización y la preparación para la reutilización (algo bastante integrado dentro de la sociedad y que ayuda a darle una “segunda vida” al residuo textil), el reciclaje (distinguiendo tanto el upcycling o reciclaje en un producto con igual o mayor valor añadido como el downcycling o reciclaje en un producto con menor valor añadido), la valorización energética (para aquellos residuos textiles que no pueden ser reutilizados ni reciclados por su estado) y la deposición en vertedero (considerada como la última opción, ya que no soluciona el problema y es perjudicial para el medio ambiente).
 
Por otro lado, para desarrollar la jerarquía de residuos (la preparación para la reutilización, el reciclaje y la valorización energética), surge el debate de la financiación y necesidad o no de desarrollar un sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor además de un desarrollo normativo y reglamentario para el flujo de residuo textil. Esta normativa establecería las obligaciones de los productores tanto en la fase de diseño y producción de sus productos como durante la gestión de los residuos que deriven de su uso e incluiría: la forma de hacer frente a estas obligaciones, la financiación de su gestión y el cumplimiento de objetivos, así como la modalidad de cumplimiento de estas obligaciones.
 
En esta sesión técnica de Conama 2018, se abordó el flujo de residuos textil a través del acercamiento a la cadena de valor de una forma global, el análisis de su producción, el cumplimiento de los objetivos europeos, la aplicación de la jerarquía de residuos, la responsabilidad ampliada del productor y las innovaciones existentes para aprovechar este flujo de residuos. ¿Qué se está haciendo? ¿Cuál es el futuro del sector textil? ¿Qué es necesario fomentar?. 
 

Puedes disponer del resumen de la sesión elaborado por los voluntarios de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) pinchando aquí.